Venezuela, tiene poco desarrollo a nivel económico e
industrial. En nuestro país se está en un constante periodo de cambio. Es un
país con un alto índice de desempleo y pobreza; y muy poca organización
económica. En el país predomina la economía informal, el desempleo y la
pobreza, al punto de llamarse pobreza extrema.
Las deformaciones de la economía venezolana empeoraron desde
2012, al acentuarse la inflación y al depreciarse la tasa cambiaria; en medio
de esto las múltiples restricciones en la entrega de divisas al sector privado.
En ese año el promedio del precio del petróleo para Venezuela fue 103, 42
$/barril. Ahora, a principios del 2015, con la caída de los precios del
petróleo, la situación del país pasó de ser bastante mala a ser una verdadera
emergencia económica, puesto que los ingresos petroleros que estiman para el
2015, son alrededor de la mitad de los del 2014, con una fuerte deuda pública
que va en ascenso y otras obligaciones comerciales de carácter internacional; esta
situación hace imposible mantener el marco de políticas económicas que se han
venido poniendo en práctica desde el Gobierno de Hugo Chávez hasta el de
Nicolás Maduro, centradas en controles
de precios, cambio; incluyendo distribución de bienes y servicios de consumo
básico en el territorio nacional. Cabe destacar que la mayoría de empresas
públicas, incluyendo las nacionalizadas, enfrentan serios problemas de
eficiencia productiva y bajos niveles de producción.
La alta inflación anual de 2014, fue superior a 65%, la más
alta del mundo; esta cifra influyó en estadísticas internacionales provocando
así, que Venezuela, en septiembre del mismo año, fuese catalogada como el país
más miserable del mundo, ubicándole por encima de Irán; el cual es considerado
como ‘’el país donde los precios cambian todos los días’’. El desabastecimiento
a nivel nacional y la escasez de insumos de toda clase, junto a una disminución
de la economía y pérdida de empleos, son parte de las graves consecuencias que
enfrentan los venezolanos desde el año pasado.
El año 2015 no se presenta muy provechoso para Venezuela ni
en lo político ni en lo económico. Para algunos economistas, la crisis
continuará en 2016 si no se llevan a cabo algunas medidas que contribuyan a
eliminar los desequilibrios macroeconómicos.